—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

La contratación del míster (1)

versión
completa

Martes, 08:54 a.m.
Oficinas de Industrias López y Asociados
Mospintoles — Sur de Madrid

—Señores, si les parece, y dado que todos estamos presentes, podemos comenzar la reunión que estaba convocada para las 09:00 horas.

El consabido rumor de asentimiento corroboró a López que la reunión podía dar comienzo con el beneplácito de los allí concitados:

» Me temo que esos hábitos no van a servir con un equipo altamente renovado.

—La reunión de hoy tiene como único punto del orden del día resolver la contratación del entrenador de nuestro equipo, quien tiene contrato en vigor hasta final del mes entrante, y debemos decidir si le daremos continuidad o si contratamos un nuevo entrenador. ¿Les parece bien una votación previa o prefieren que hagamos una rueda de exposiciones?
—Si me permite, señor López, creo que no lo vamos a decidir en unos minutos. Si tuviéramos claro qué hacer no habríamos convocado esta reunión. Lo hubiéramos decidido en la del lunes —era Pedregal quien había tomado la palabra, el menos afín a López de los consejeros.
—Estoy de acuerdo. Pero por algún lado habrá que comenzar. Me gustaría conocer, no la opinión definitiva de cada uno de ustedes, sino la que tendrían en este momento. Les propongo una votación a mano alzada que en ningún caso será vinculante. Podremos desdecirnos cuanto queramos más adelante sin tener que dar explicaciones. Sólo deseo conocer el sentir personal de cada cual en estos momentos. No estarán permitidas las abstenciones. Yo daré mi opinión tras la votación, para evitar caer en la trampa de las adhesiones al grupo. Veamos quienes están de acuerdo en la renovación del actual entrenador.

Tímidamente se fueron levantando las manos, una aquí y otra allá. Tras algunos instantes de reflexión algún consejero más levantó su mano. Al final, y como si hubiera habido un temor a discrepar con el grupo, más de tres cuartas partes de los consejeros habían alzado su mano.
—Señores —López volvió a tomar la palabra tras algunos segundos de espera por si alguien más decidía levantar la mano—, entiendo que quienes no han levantado la mano votarían por una nueva contratación. Muchas gracias por expresar libremente su opinión. Y puesto que quienes creemos que se debería contratar un nuevo entrenador somos minoría, propongo que seamos nosotros quienes tratemos de convencer a la mayoría, si es que no ocurre a la inversa durante el debate.

López manejaba los hilos como si tratara con colegiales. Basáñez, enfrente de López, al otro lado de la herradura que formaba la mesa de reuniones, lugar que López le había asignado con la intención de controlar la reunión desde aquel ángulo, tampoco había alzado su mano:
—Si me lo permite, señor López, me gustaría dar mi punto de vista.
—Adelante, Basáñez.
—En mi modesta opinión creo que el actual entrenador ha ido adquiriendo unos hábitos que a fe que han dado resultado. Dejemos por un momento de lado el hecho incontrovertible de que venimos de jugar en divisiones de menor calidad. Me temo que esos hábitos no van a servir con un equipo altamente renovado. Máxime teniendo en cuenta que él no ha conformado la plantilla para la temporada que viene.

(Continuará…)