—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

Consejo de Dirección (1)

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completa

Lunes, 09:04 a.m.
Oficinas de Industrias López y Asociados
Mospintoles — Sur de Madrid

Basáñez es el último en entrar en la sala de reuniones. La reunión estaba concertada para las 09:00 horas, y en la empresa es delito llegar tarde a cualquiera de ellas. Basáñez, junto con López, son los únicos que pueden permitirse llegar tarde a las reuniones ordinarias del holding, pero por mera cortesía han de justificar su retraso.
—Lamento la tardanza, señores. El fax se negaba a darme el reporte —se disculpó Basáñez ocupando su sitio en torno a la mesa de reuniones—. Quería traerles a ustedes la confirmación.
—Azucena —López llamó a la secretaria por el intercomunicador.
—¿Sí, señor López?

» —De momento ninguno de ellos nos ve como rival. Es posible que estemos a salvo en nuestro cascarón de modestia.

—Encárguese de que revisen la línea telefónica del fax de la oficina del señor Basáñez. Parece que anda algo torpe y creo recordar que hace un par de años que no le renovamos los equipos para el proceso de la información. Si es preciso que le cambien la máquina.
—Gracias, López —dijo Basáñez—. Ahora llegaré tarde porque estaré aprendiéndome el manual de uso de la nueva maquinita.

El grupo profirió un sordo rumor celebrando la ocurrencia.
—Suele ocurrir, Basáñez —contestó López, que estaba de excelente humor—. Cuando aprendemos a sacar provecho de estos aparatos es cuando comienzan a fallar. Y vuelta a empezar.
—Pero aquí está el reporte —dijo Basáñez yendo al grano—. Finalmente los alemanes han aceptado nuestra última oferta. No se les podía regatear más. Les hemos dado una fecha para viajar a Berlín a cerrar el contrato.
—¿Por qué Berlín? —preguntó uno de los consejeros.
—Hemos pretextado que López tendrá un largo viaje y hará escala con el tiempo justo en Berlín. Lo cierto es que aprovecharemos tres días en la ciudad para ir viendo las oficinas que adquiriremos en otoño. Tampoco queríamos ir a su ciudad; quizá en su casa se atrevieran a pedirnos algo más. Ya hacemos bastante viajando hasta Berlín para que ellos puedan dar salida al jugador.
—¿Tanta prisa tienen? —preguntó otro de los allí reunidos.
—Prisa no sería exacto —repuso Basáñez—. Quieren coger este tren porque Madrid es un destino muy del gusto del jugador, y no le van a llegar más ofertas de esta capital. Todos nuestros vecinos de primera división tienen ese puesto bien cubierto.
—Sabemos que son capaces de fichar al central sólo para quitárnoslo –argumentó un tercer consejero.
—De momento ninguno de ellos nos ve como rival. Es posible que estemos a salvo en nuestro cascarón de modestia.
—Sin embargo han estado tocando a Piquito –el segundo consejero volvía a tomar la palabra.

Esta vez fue López quien se encargó de responder:
—En ese sentido estén ustedes tranquilos. Piquito no se moverá del Rayo.
—¿Cómo está usted tan seguro, López? —se atrevió a preguntar el mismo consejero.
—Lo estoy. Confíen en mí. Estoy al tanto de la propuesta del Atlético de Madrid y puedo garantizarles que Piquito no se irá del Rayo este año. Además, vamos a blindarle el contrato.

Un rumor de aprobación recorrió la estancia.

* * * * * * * * * * *

Lunes, 09:52 a.m.
Oficinas de Industrias López y Asociados
Mospintoles — Sur de Madrid

López ha conducido la reunión hacia los puntos de mayor interés. Dado que habían comenzado a las nueve y cinco minutos quedaba poco menos de un cuarto de hora para el fin de la misma.

(Continuará…)