—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

Diana monitora (1)

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Nos encontrábamos tomando un café con porras las pasadas vacaciones de navidad en la cafetería del complejo deportivo Mospintoles-2 charlando sobre mil asuntos a cual más intrascendente. Una de esas conversaciones de invierno en la que cada cual da su opinión sin por ello quedar comprometido.

Ya no recuerdo de qué hablábamos… Quizá sobre lo que resistirán las rodillas de Nadal este año, tal vez de la incógnita de Alonso en Ferrari para esta temporada, tal vez sobre el epatante ascenso del Rayo de Mospintoles a la categoría de plata del fútbol español, quizá sobre los jóvenes valores deportivos que hay en la ciudad.

» Para cuando los bachilleres pueden acceder a los módulos de grado superior ella lo estaba terminando.

Abrir una cafetería en el Mospintoles-2 ha sido todo un acierto. Está llena a rebosar día sí y día también.

He llegado a la conclusión de que a la gente le gusta mirar lo que otra gente hace –quizá de ahí que haya siempre tanta expectación ante unas obras en la vía pública–. Y si esa misma gente puede mirar a través de una ventana sin que reparen en ellos, el placer se multiplica –quizá de ahí el éxito de la televisión.

La cafetería tiene dos ventanales opuestos, uno da hacia la cancha del polideportivo y el otro hacia el vaso de la piscina; desde el tercero se divisan los campos de fútbol. Además en la azotea exite una terracita desde que se ve la Avenida de Toledo. Los voyeurs no podemos pedir más.

Charlábamos y hacíamos unas risas cuando entró Diana, la omnipresente Diana, y vino a sentarse con nosotros sin que nadie la invitara.

Diana es una de las monitoras del complejo deportivo Mospintoles-2. A decir verdad es “LA” monitora, presente todo el día, ya en el gimnasio, ya en la piscina, ya en la cancha polideportiva.

Por las mañana imparte cursos de gimnasia para la tercera edad y para amas de casa. Hay días que tiene un grupo de embarazadas a las que adiestra en ejercicios propios para su estado.

Por las tardes comienza con actividades algo más fuertes: que si aerobic, que si step, que si spinning, que si batuka, que si funky-jazz… Actividades todas ellas muy aeróbicas que se van poniendo de moda al ritmo de la actualidad. También instruye a otro grupo en el manejo de las máquinas del gimnasio. Versátil y polifacética Diana.

Todo el día moviendo el esqueleto tiene como resultado que la muchacha tenga una figura envidiable que no es posible pasar por alto. Dieta sana, ejercicio diario y juventud sonriente… Esa es la fórmula para que tanto hombres como mujeres vuelvan la cabeza cuando Diana pasa.

Conozco a Diana desde que era niña. Muy ducha en las asignaturas plásticas, sin embargo en las que es preciso utilizar la razón la chica no sobresalía… ni lo intentaba.

Terminó mal que bien la Educación Secundaria y no quiso adentrarse en los dos años de Bachiller. Decidió incorporarse al módulo de técnico superior de actividades físicas. Como no tenía el Bachiller hubo de superar una prueba de ingreso.

En la parte física no tuvo problemas. No sé qué ocurrió en las pruebas de madurez. Y mejor no quiero saberlo. Quizá pudo demostrar a la persona encargada de evaluar este aspecto que era una chica ya madura para su edad. Pero líbreme dios de la maledicencia. Aunque sí es cierto que la chica no estaba preparada para superar un examen de cultura general.

Sea como fuere lo cierto es que a la chiquilla la jugada le salió redonda. Para cuando los bachilleres pueden acceder a los módulos de grado superior ella lo estaba terminando.

Incongruencias del sistema… Los políticos han eliminado aquella FP-2 que se completaba en cinco cursos y lo han condensado en dos años de aulas y unos meses de prácticas. Luego nos quejamos de que nuestros profesionales no están preparados…

(Continuará…)