—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

En los Talleres Matute (3)

(Lee la entrega anterior)

—Sabes que la rivalidad esa entre el Madrid y el Barça me parece de psiquiátrico más que deportiva. No sé cómo os lo montaréis en casa, pero lo veo complicado…
—Aquí cada uno va con su rollo… ¡Usted sí que vive bien! Sin nadie que le ponga mala cara, ni que le discuta por cosas sin sentido… No es fácil convivir con los demás y más en estos tiempos… De verdad, don Faustino, le envidio cómo vive, libre cómo un pájaro…

» Es imposible que una pancarta a favor del Madrid esté al lado de una a favor del Barça. ¡Eso no lo entendería nadie! ¡Seríamos el cachondeo de todo el campo!

—Bueno, siempre creemos ver en los demás lo que no tenemos. Lo mismo a mí me apetecería llevar una vida como la tuya, sin esa soledad tan pesada en algunas ocasiones, con alguien cercano con el que discutir de cualquier cosa… ¿Y si hicierais un gran pacto en casa? Prohibido hablar de política y de fútbol…
—¿Y entonces de qué coño hablamos, don Faustino? Yo no soy un intelectual, mi mujer está obsesionada día y noche con lo suyo y el zagal tiene menos cerebro que un mosquito. Ya me dirá… Ayer, sin ir más lejos…

»» Casa de los Matute. Padre e hijo están a lo suyo. El Sebas leyendo el «Sport» de Barcelona y el Sergio ojeando el «As» de Madrid.
»—Sergio, dice el «Sport» que de dónde saca el Madrid el dinero para fichar a tanto crack…
»—Y eso qué le importa a esos analfabetos… ¿Acaso los del «As» preguntan de dónde lo saca el Barcelona?
»—Pues yo creo que tiene razón. Mucha pasta en tiempos de crisis. Claro que para lo que va a servir…
»—¡Para ganar el triplete el año que viene!
»—Eso sólo se consigue una vez cada cien años, hijo. ¡Y lo consigue el Barça!
»—Por cierto, papuchi, en la próxima temporada quiero que me lleves al Nou Camp cuando juegue el Madrid allí.
»—Sí, sería una escena maravillosa. Padre e hijo, cada uno con una pancarta.
»—Es imposible que una pancarta a favor del Madrid esté al lado de una a favor del Barça. ¡Eso no lo entendería nadie! ¡Seríamos el cachondeo de todo el campo!
»—Desengáñate, Sergio. Al Nou Camp sólo debo entrar yo. Si quieres, te das mientras tanto una vuelta por las Ramblas y yo te recojo después del partido. Así nos evitamos de paso que algún culé exaltado te pegue dos tortas bien dadas por gritar “Hala Madrid” en el campo del Barça.

(Continuará…)