—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

Gestiones al volante (2)

(Lee la entrega anterior)

~Entiendo… Necesita también el local… Si precisa algún capital estaría encantado en asociarme con usted.

~No lo había pensado Basáñez. Le llamaba para que me hiciera las indagaciones oportunas a través de su gestora. Presiento que si lo hago en mi nombre se vean obligados a aumentar el precio.

~Mi ofrecimiento está en el aire. Puedo iniciar los trámites a su cargo, bien entendido que no en su nombre, o bien a través de nuestro compromiso. Usted decide, puesto que posee la información.

~¿Pero ni siquiera le interesa saber cuál es la finalidad de la compra?

» ~Si quiere usted perder dinero, allá usted.

~La experiencia me ha enseñado que López no da puntada sin hilo. Pero no quiero insistir si usted no lo desea.

~Me agradaría formar sociedad con usted, Basáñez. Pero es que no es más que un capricho. Un impulso para ayudar a un amigo. Asociarme con usted implicaría crear un proyecto sostenible que ahora mismo no tengo.

~Si quiere usted perder dinero, allá usted. Si además de hacer un favor a una amistad desea rentabilizar, aunque sea escasamente, esa inversión, ese proyecto sostenible no sería un escollo.

~Barrunto que ya tiene usted algo avanzado en este sentido.

~Es posible.

~Hagamos antes las gestiones previas y si son factibles veremos su proyecto y esa posibilidad de asociarnos.

~¿Viene usted hacia aquí?

~Sí. Tenemos nuestra reunión de los lunes. Luego me gustaría que me acompañase al Ayuntamiento. Recuerde que hoy estamos citados para negociar la aportación del Consistorio a la futura Sociedad Anónima Deportiva Rayo de Mospintoles.

~Perfecto. Daré instrucciones para comenzar sin más dilación esas gestiones de compra sobre los activos de La Tribuna.

~Nos vemos ahora, Basáñez.

López colgó el manos libres. La conversación se había alargado más de lo que había previsto y ya estaba casi a la entrada de Mospintoles. Basáñez se traía algo entre manos y le incomodaba no haber estado avisado. No le gustaba que le cambiaran los planes y menos aún ir a remolque. Sin embargo, la oferta de Basáñez merecía ser considerada. A decir verdad, sólo hubiera estado interesado en la compra si el precio se adecuaba a la vaga idea que tenía. Tuvo que reconocer que ni siquiera tenía un plan. Y esta vez Basáñez iba por delante de él.

López volvió a llamar a la seguridad de sus oficinas.

~Buenos días de nuevo, señor López, habla usted otra vez con Núñez. En qué puedo ayudarle…

(Continuará…)