—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

La candidata (3)

(Lee la entrega anterior)

—Dicho lo que antecede, en mi opinión un ayuntamiento no puede dejarse influenciar por las luces del llamado deporte profesional, y debe volcar su atención y su esfuerzo en lo que se conoce como “deporte municipal”. Los acuerdos y convenios a los que se llegue con las entidades deportivas profesionales han de repercutir en esta vía ciudadana del deporte. No tiene sentido que un ayuntamiento se aleje del concepto “deporte municipal”. ¿Que qué quiero hacer en materia de deporte? Me gustaría reconducir las actuaciones para facilitar la práctica deportiva de nuestros vecinos. Les daré a ustedes ejemplos concretos a modo de botones de muestra.

» Hay que pensar que cualquier equipamiento precisa de un mantenimiento que más tarde gravará las arcas municipales […]

»La actividad conocida como gerontogimnasia debe ser gratuita para los jubilados y pensionistas. Ya han pagado ustedes impuestos durante toda su vida como para que ahora venga un ayuntamiento a pretender rentabilizar económicamente una actividad que es necesaria para evitar el sedentarismo al que nos empuja esta sociedad. Debo anticiparles que a esta actividad tendrá que ir pronto un servidor, que ya renquea de una pierna. Lo digo para que luego no me echen en cara que la actividad es gratuita porque este proyecto de concejal acude a ese servicio –don Faustino se permitió bromear en este punto… pero esta chanza, bastante particular por cierto, no fue acogida como tal por el auditorio, que no perdía una coma de cuanto decía don Faustino.

»No debemos caer en la complacencia del crecimiento descontrolado de las instalaciones deportivas. Hay que pensar que cualquier equipamiento precisa de un mantenimiento que más tarde gravará las arcas municipales, que como todos ustedes saben casi siempre están vacías.

»En cualquier caso hay que incentivar la práctica deportiva entre la ciudadanía y no creo que la mejor forma sea ofrecer gratuidad de las instalaciones para las entidades deportivas profesionales ni para los becados ADO que hay en el municipio, que curiosamente son quienes mejor pueden pagar las cuotas establecidas al efecto. Sepan ustedes que quienes reciben becas deportivas las perciben netas, sin pagar ni un duro de impuestos ya que las becas no se consideran sueldos y están exentas de tributar.

Un murmullo recorrió la muchedumbre, y don Faustino aguardó a que cesara. Como todavía se extendió por unos segundos sin dar indicios de concluir, el profesor volvió a tomar la palabra en un tono de voz muy bajito. Enseguida se hizo el silencio:
—En el área de cultura, que quizá fuera en la que un servidor se encontrara más a gusto, me gustaría incentivar la participación ciudadana, y acercar la cultura en todas sus facetas a quienes aún no tienen adquirido el hábito de salir de casa en busca de incentivos culturales. Que sí, que el partido de fútbol y la película del viernes pueden ser considerados cultura, al igual que los videojuegos… pero existe una amplia oferta que no es posible llevar a cada casa y cada vecino ha de hacer un esfuerzo discrecional para acercarse a ella. Puedo asegurarles que ese esfuerzo merece la pena y que una vez realizado se convierte en sano hábito.

»Antes de continuar quiero decirles que me gustaría vincularles a ustedes a través de las asociaciones culturales… No podemos pedirle al ayuntamiento que haga todo por nosotros. Algo debemos hacer también por los demás, algo que nos satisfaga hacer y que nos sea gratificante compartir con los demás. Por eso desde cada casa de cultura debe impulsarse la creación de grupos de ciudadanos que tengan inquietudes organizativas para crecer juntos.

»Entre otras cosas a mí me gustaría que en Mospintoles hubiera un teatro municipal, y no me estoy refiriendo a que los grupos de teatro acudan a nuestras casas de cultura, sino a un grupo de vecinos que realicen teatro como afición. Me gustaría impulsar la creación de grupos de teatro vecinales. Convirtámonos en actores… seamos activos y no pasivos como nos obliga la televisión. Representemos nuestra propia película y no esperemos que nos la cuenten.

»También veo interesante la creación de una radio municipal que diera la oportunidad a los mospintoleños de adentrarse en los secretos de las ondas. Hay suficientes inquietudes entre nuestros jóvenes y nuestros mayores como para apoyar a un colectivo que gestione una radio municipal.

Los asistentes guardaban silencio, atentos a lo que decía el profesor. Al no haber picos en el tono de voz del profesor no podían prorrumpir en aplausos, como ocurre con los mítines al uso, donde es el político convertido en hombre espectáculo quien induce los aplausos del público con su estudiada cadencia.

—Y hablando de estos tipos de cultura alternativos… más bien cultura relegada por la moda, me gustaría que existieran ludotecas en cada casa de cultura, entendida la ludoteca en su acepción original, un lugar donde jugar a juegos de mesa, desde el ajedrez al parchís, sin olvidar todo tipo de nuevos juegos, como los de cartas coleccionables, los juegos de rol o los juegos de miniaturas… Pregunten a sus hijos dónde se reúnen para poder desarrollar aficiones como el modelismo o el maquetismo. El ayuntamiento debe ser sensible y receptivo a esta demanda cultural.

»No sé qué pensarán ustedes al respecto, pero a mí también me gustaría recuperar el cinefórum… Complicado nos lo ponen las sociedades de gestión de derechos de autor, pero no imposible. Una vez que aportemos el dichoso canon sobre películas desclasificadas (que a mi juicio son las más interesantes), podremos proyectar ciclos temáticos sobre los que luego debatir para aprender unos con otros.

»Y hablando del séptimo arte, existe ese otro cine comercial que también nos gusta ver a todos en familia… se han perdido aquellos cines de verano de nuestra juventud y a mí me gustaría recuperarlos, el cine en la calle, el cine al aire libre. Apostaría a que no me encuentro solo para llevar adelante esta iniciativa y muchos de ustedes también han pensado alguna vez en algo similar.

(Continuará…)