—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

Deporte institucional (2)

(Lee la entrega anterior)

Octavio tiene confianza suficiente como para dirigirse a ella sin ambages:
—María, invita la casa… Pide lo que quieras…
—Gracias, Octavio, no quisiera abusar…
—Quizá en esta ocasión sea yo quien vaya a abusar de tu amabilidad. Hay algo que quiero preguntarte.
—Tú me dirás…
—Sabes que mi hijo es campeón de la Comunidad de Madrid de ralis. Es un deporte caro…
—¡Cómo no saberlo! Mospintoles no es tan grande. ¿Cómo está?
—Con ganas de debutar en el campeonato nacional.

» María se queda mirando a Octavio con esos ojazos inescrutables que pone cuando la ocasión lo requiere, y congelando esa media sonrisa natural que te subyuga al punto de anular tu pensamiento.

—Me alegra. Tengo entendido que es un joven prometedor. Ya sabes que la otra pasión de Sebas son los deportes de motor. Me tiene al tanto de cada carrera que gana tu hijo.
—El caso es que este año va a necesitar patrocinadores algo más ambiciosos. Los gastos se multiplican por diez al dar el salto al nacional.
—Supongo que tendréis la mente en algunas empresas incluso de fuera de Mospintoles. No os habríais decidido a dar ese paso si no fuera así.
—En realidad aún no está decidido; todo está condicionado a que aparezcan esas aportaciones.
—Entiendo… Quizá pueda mover alguna pieza para que alguna empresa se interese por vuestra propuesta. Pero no voy a poder garantizarte nada.
—De eso precisamente quería hablarte. No hace falta que te diga que el ayuntamiento contribuye con una cantidad para que Gerardo represente a Mospintoles. Y me preguntaba si fuera posible renegociar ese contrato al alza ya que ahora el chico va a representar a Mospintoles a nivel nacional.

María se queda mirando a Octavio con esos ojazos inescrutables que pone cuando la ocasión lo requiere, y congelando esa media sonrisa natural que te subyuga al punto de anular tu pensamiento.
—¿Representar a Mospintoles? No entiendo…
—Sí, en categoría nacional.
—Pero… ¿cómo va a representar a Mospintoles?
—Lleva la pegatina del ayuntamiento en el casco y en un lateral del coche.
—¡Ah!, bueno…, lo que me quieres decir es que lleva publicidad institucional.
—Bueno, eso…, representando a Mospintoles.
—Pero esa publicidad la lleva a cambio de un dinero que le paga el ayuntamiento en concepto de publicidad institucional, aunque no quede muy claro el alcance de la repercusión de esa publicidad.
—¿La repercusión?
—¿Sabrías explicar en qué beneficia esa pegatina a Mospintoles?
—En que el chico representa a Mospintoles allá adonde va.
—¿Y cómo se sustancia esa representación?
—En que lleva el nombre de la ciudad allá por donde va. Y ahora es el campeón.
—Pero, Octavio, un deportista no representa a una ciudad, no al menos en un estado democrático. Quien representa a la ciudad es Segis, pero no como Segismundo Álvarez Colón, sino como alcalde electo.

(Continuará…)