—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

El que con niños se acuesta… (y 3)

(Lee la entrega anterior)

Tras el prólogo de rigor en el que el chaval se presentaba y explicaba cómo le iba en el curso escolar (y no le iba nada mal, por cierto), destacando sus asignaturas favoritas, para luego señalar su situación familiar (era hijo único), la presentadora dio paso a una rueda de preguntas de corte futbolístico.
—¿En qué posición juegas?
—Me están probando en todas. Desde media punta a extremo. Siempre por delante del medio campo.
—¿Pero así no podrás rendir a tu gusto?
—No lo sé… pero estoy aprendiendo un montón de estas rotaciones. Aprendo mucho de cada posición en la que juego. Y ya veremos en cuál acabo jugando.
—¿Pero tú, en cuál te encuentras más a gusto?
—De media punta, entrando con el balón en los pies. Me gusta mucho el regate.
—Y a quién te gustaría más parecerte, ¿a Cristiano Ronaldo o a Messi?
—Yo de profesional quiero parecerme a Piquito.

» El silencio que siguió fue demasiado largo para lo que es aceptable en televisión… La entrevistadora miraba fijamente a Miguelito: le apetecía darle un pescozón.

El gesto de asentimiento con que la presentadora iba siguiendo las respuestas de Miguelito quedó congelado en su cara, pero su rostro no estaba siendo enfocado en ese momento, y el delator silencio que siguió sería eliminado en el montaje.
—Pero quién te gusta más, ¿Cristiano Ronaldo o Messi?

Aquella segunda pregunta tenía trampa… Era una buena profesional, pensó Susana. Forzando a Miguelito a responder, la respuesta sobre Piquito podría ser eliminada en posproducción. Ella misma se encargaría de que a esa respuesta se le diera el valor que realmente merecía.
—De Cristiano Ronaldo me gusta la planta que tiene en el campo, su compromiso con el equipo y su entrega en los partidos. De Messi me gusta su humildad, tanto en el campo como en las pocas entrevistas que se le ven, y por supuesto su control del balón.

La periodista torció el morro pensando cómo engranaría aquella respuesta con la pregunta inicial.
—Y para ti, quién es mejor: ¿Ronaldo o Messi?
—Cada uno tiene cosas muy buenas que no tiene el otro. Es que si los dos fueran buenos en todo serían iguales –rió Miguelito que se negaba a dar un nombre.
—¿Crees que Messi es el mejor jugador del mundo?
—Messi es el mejor del mundo conduciendo el balón, pero Cristiano Ronaldo a mí me parece más completo.

La entrevistadora decidió cambiar de tercio:
—¿Qué te ha parecido el éxito de la selección española? –y tras una mínima y hábil pausa—: ¿Te gustaría jugar en la selección y ser campeón del mundo tú también?
—¡Qué pregunta más tonta…! ¿Y a quién no? Todo el mundo quiere jugar en la selección y ser campeón del mundo.

Ni la pregunta ni la respuesta saldrían a la luz, pensó la presentadora, que estaba empezando a perder su guión de vista, anclada aún en las respuestas anteriores de Miguelito y valorando cómo estaba quedando ella.
—¿Qué jugador español te gusta más?
—Piquito, ¡ya se lo he dicho antes! –dijo Miguelito encogiéndose de hombros.
—Quería decir de la selección… –y tras una marcada pausa–: ¿Qué jugador de la selección te gusta más?
—¡Ah! haberlo dicho a mí Casillas –dijo Miguelito sin hacer ninguna pausa… Otra pregunta arruinada so pena de que la entrevistadora saliera mal parada ante un niñato de doce años. Al final iban a tener que recurrir al burdo recurso de cortar las preguntas haciendo un fundido entre cada respuesta, pero de esa forma la profesional perdía protagonismo… y para eso, la cadena se hubiera evitado los costes de desplazarla a Mospintoles.
—Pero Casillas es portero… —dijo la reportera tratando de atajar a Miguelito.
—¡Ya!, pero a mí es el que más me gusta.

La periodista empezaba a estar algo amoscada con Miguelito y decidió picar al crío a fin de sacarlo de aquella seguridad aparente… sin pararse a pensar que en realidad no era más que la naturalidad del chiquillo.
—¿Por qué te gusta Casillas? ¿Porque tiene una novia guapa?
—Pero si la novia no juega al fútbol –dijo Miguelito mirando a la cámara y subiendo los hombros a la vez que arrugaba la nariz mostrando sus blancos dientes levemente, un gesto desdeñoso como si quien le preguntaba se hubiera vuelta loca. La periodista recordó en aquel momento la advertencia que había rechazado hacía unos minutos, por lo que decidió entrar en conversación.
—Y de los de campo, ¿quién te gusta más o a quién te gustaría parecerte?
—Es que no es lo mismo.
—Bueno, pues explícate…
—El que más me gusta es Fernando Llorente, pero yo no me voy a poder parecer a él.
—¿Y eso por qué…?
—Porque Llorente mide uno noventa y cinco y a mí me han hecho unos estudios en el Rayo y parece que no voy a crecer mucho más de uno setenta y uno. Así que mi fútbol no va a poder ser el de él.
—Y de los que si te puedes parecer, ¿cuál te gusta más?… De la selección, ¿eh?
—Villa, Xavi, Iniesta…
—Bueno…, los tres son del Barça…
—¡Ah!, pero me has preguntado de la selección, y los tres son de la selección.

El silencio que siguió fue demasiado largo para lo que es aceptable en televisión… La entrevistadora miraba fijamente a Miguelito: le apetecía darle un pescozón. Pero antes de que pudiera añadir algo más, Miguelito, que se le había quedado mirando fijamente, remató:
—Pero también me gustan mucho Xabi Alonso y Sergio Ramos. ¿Te quedas más contenta…? Pero que conste que me habías preguntado de los que yo me podría parecer…