—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles
Éstas son las entregas publicadas el
viernes, 25 de mayo de 2012

(Lee la entrega anterior)

No tardó mucho en darse un nuevo caso que volvió a alterar la bonhomía natural de la población: el robo de la PSP a Manolito, un niño regordete y muy simpático que esperaba a su madre sentado en un banco del parque, justo frente al Ayuntamiento y a las dependencias de la Policía local, mientras ella se llegaba a registrar un escrito de su comunidad de vecinos. Era martes y Manolito tenía una cita médica por la mañana, por lo que no estaba en el colegio. El niño, de nueve años de edad, fue abordado en el banco por dos jóvenes magrebíes que le dijeron que a su hermanito también le gustaría jugar con el FIFA 2012, y que dado que él ya tenía una consola, debía compartirla con los más necesitados. Como Manolito se negara le preguntaron si prefería un pinchazo o un pellizco. El niño imaginó una navaja de cinco muelles y optó por el pellizco. Cuando vio que unas tenazas salían de un bolsillo de aquel par de sinvergüenzas, Manolito decidió “regalar†su PSP. En esta ocasión la Policía local accedió lentamente, de mala gana, a dar un vistazo por el parque, pero aunque el niño identificó a los ladrones, la consola de videojuegos no estaba por allí, con lo que no fue posible imputarles un delito de robo con amenazas pues los dos moros negaron los hechos.

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